Y esa playa, esa dichosa playa que vio como nuestros te quiero se perdían entre las olas del mar, como ve que los sigo buscando, entre una tormenta de lágrimas y susurros de querer. Pero querer no es lo mismo que deber ¿no? Sin embargo, yo sigo allí, con el deber a al espalda y el querer en los labios.
Audrey D. Minne.
No hay comentarios:
Publicar un comentario